jueves, 14 de enero de 2010

Secuencias para la memoria (X)

2 comentarios:

Entreverísimo dijo...

Oscar 2007 a la mejor película extranjera, "La vida de los otros" es el primer largometraje del director germano Florian Henckel von Donnersmarck.
Una película de suspenso intensa, de apasionante contenido político, y al mismo tiempo una conmovedora historia de amor.

Samuel Rodríguez dijo...

La Vida de los Otros cuenta la historia de un oficial de la Stasi, la policía secreta alemana del régimen comunista de la República Democrática Alemana, que recibe el encargo de vigilar y espiar a la pareja formada por un importante literato y una famosa actriz. El objetivo es verificar si tiene alguna conexión con los disidentes del régimen, y en el fondo bien es sabido que quien investiga en busca de algún tipo de relación sobre algún tema concreto acaba encontrándolo. Es el encargado de vigilar la vida de los otros, incluso descuidando, o quizá evitando, vivir la suya propia.

El protagonista del film es Ulrico Mühe, en una interpretación tan soberbia como espectacular. Lo que en un principio parece inexpresión se encuentra regulado por Mühe para apreciar a través de la vida de los demás como es realmente su propia vida. Gélido, escrupuloso, encarna a un hombre inflexible y convencido de sus principios comunistas en los que el régimen está por encima de todo. Sin embargo debajo de cada impávido gesto se engendran cambios en su personalidad que con posterioridad hacen que cada pequeña variación en su rostro sea traducida perfectamente por el espectador para descifrar los sentimientos de tan adusto personaje.

Con su sistema de escuchas se aprecia como cambia su concepción sobre la aplicación de unos métodos que el consideraba justos y necesarios. Pero por encima de eso, la película nos habla de la soledad del individuo, de aquel que estructura su existencia alrededor de una idea y el desasosiego que resulta al contemplar como las anteriores y válidas convicciones se hacen añicos, como todo se desmorona.

Profunda, cargada de ritmo, consigue imbricar suspense y tensión con una epidérmica revisión de los principios de los individuos, de las consecuencias de la falta de libertad, de la obsesión por el control absoluto en los detalles más nimios cuando en realidad hasta la propia existencia se escurre entre las manos.

LO MEJOR: El bestial trabajo de Ulrich Mühe.

LO PEOR: Alguna (y muy puntual) licencia innecesaria para el drama.

Samuel Rodríguez Cimiano.