To "antabay" in Pangasinan means to "guide" and by doing so "nurtures and supports" to other. And one cannot guide unless one walks with the other, feels for the others.
viernes, 9 de abril de 2010
Secuencias para la memoria (XX)
4 comentarios:
Anónimo
dijo...
Ella es perfecta, pero él no la quiere, quizás porque en el fondo al que quiere es al amigo o igual porque aunque es capaz de brindar el tributo de los silenciosos a la belleza, prefiere arreglar violines desafinados, rotos e imperfectos.
Ella es perfecta pero no le gusta, porque a lo mejor hay demasiado invierno para ese corazón y técnicamente e intelectualmente, aunque sea irreprochable, en el amor y en la vida son reales las historias desafinadas, rotas e imperfectas.
Un corazón en invierno, dirigida por Claude Sautet.
Su narración está tan llena de silencios, de gestos y miradas que da gusto dejarse llevar de la mano del director.
El personaje principal de la película, Stephane, está muy bien encarnado por Daniel Auteuil, cuya mirada le da un cierto aire de misterio a la historia. Y Camille, encarnada por la bella Emmanuelle Béart, es el contrapunto, dejándonos ver con claridad sus sentimientos a través de sus gestos y miradas.
Toda la película está llena de voluntades, de intenciones y de elecciones. Amor, cariño y afecto se palpan en todas las escenas. Stephane trabaja con devoción fabricando y reparando violines, y Camille traslada sus diferentes momentos de ánimo en la manera de tocar el violín. De ahí que el oído, el tacto y la vista jueguen un papel tan primordial en la historia.
Claude Sautet une las escenas con esmero y talento como Stephane ensambla las piezas de un violín. Es una película inteligente y madura en la que no sobra nada, dejándote un regusto dulce y a la vez amargo, como un corazón en invierno.
4 comentarios:
Ella es perfecta, pero él no la quiere, quizás porque en el fondo al que quiere es al amigo o igual porque aunque es capaz de brindar el tributo de los silenciosos a la belleza, prefiere arreglar violines desafinados, rotos e imperfectos.
Ella es perfecta pero no le gusta, porque a lo mejor hay demasiado invierno para ese corazón y técnicamente e intelectualmente, aunque sea irreprochable, en el amor y en la vida son reales las historias desafinadas, rotas e imperfectas.
http://www.bloggermania.com/u/un-corazon-en-invierno.html
Un corazón en invierno, dirigida por Claude Sautet.
Su narración está tan llena de silencios, de gestos y miradas que da gusto dejarse llevar de la mano del director.
El personaje principal de la película, Stephane, está muy bien encarnado por Daniel Auteuil, cuya mirada le da un cierto aire de misterio a la historia. Y Camille, encarnada por la bella Emmanuelle Béart, es el contrapunto, dejándonos ver con claridad sus sentimientos a través de sus gestos y miradas.
Toda la película está llena de voluntades, de intenciones y de elecciones. Amor, cariño y afecto se palpan en todas las escenas. Stephane trabaja con devoción fabricando y reparando violines, y Camille traslada sus diferentes momentos de ánimo en la manera de tocar el violín. De ahí que el oído, el tacto y la vista jueguen un papel tan primordial en la historia.
Claude Sautet une las escenas con esmero y talento como Stephane ensambla las piezas de un violín. Es una película inteligente y madura en la que no sobra nada, dejándote un regusto dulce y a la vez amargo, como un corazón en invierno.
... y esa nuca.Y ese plato de queso. Y esa soledad infinita en aquél café...
arrodillado.Siempre suyo.
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