viernes, 2 de noviembre de 2012

Adiós a un maestro

De existir alguna verdad, para Agustín García Calvo, fallecido ayer en Zamora a los 86 años, nunca adoptaría la forma de una respuesta sino la de una inagotable interrogación, frente a la que todas las respuestas son siempre provisionales.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Libre te quiero
como arroyo que brinca
de peña en peña,
pero no mía.
Grande te quiero
como monte preñado
de primavera,
pero no mía.

Buena te quiero
como pan que no sabe
su masa buena,
pero no mía.

Alta te quiero
como chopo que al cielo
se despereza,
se despereza,
pero no mía.

Blanca te quiero
como flor de azahares
sobre la tierra,
pero no mía.

Pero no mía
ni de Dios ni de nadie
ni tuya siquiera.

No, no, no, no, no,
no mía.
No, no, no, no, no,
no, no, no, no,
ni tuya.
No, no, no, no, no,
no, no, no, no, no,
no mía.

Letra de A.García Calvo
(Canción de Amancio Prada)