To "antabay" in Pangasinan means to "guide" and by doing so "nurtures and supports" to other. And one cannot guide unless one walks with the other, feels for the others.
jueves, 17 de diciembre de 2009
Secuencias para la memoria (VIII)
Del invierno de otras revoluciones.
2 comentarios:
Anónimo
dijo...
Io senza dar risposta me ne staró nascosta un po´per celia e un po´per non morire al primo incontro...
Es la mejor interpretación en la carrera de Omar Sharif, sin duda alguna. Siempre que la he visto, me llama mucho la atención el papel que juega la balalaika, pasando de mano en mano, como nexo que da continuidad a la historia, y está presente en las vidas de los protagonistas. De un modo parecido, también en nuestras vidas tenemos balalaikas que nos ayudan a dar sentido a lo que somos, esos objetos que pueden parecer aparentemente intrascendentes pero que van siempre con nosotros, que nos da miedo extraviar porque sería como perdernos en una biografía; y que sirven de argumento para ordenarnos en el recuerdo de lo que somos o hemos sido. Así nos aferramos a un reloj, a una pluma estilográfica, a un libro determinado, un cuadro, o lo que guardamos celosamente en esa cajita de madera donde escondemos los pequeños indicios que se convertirán mañana en referencias que sólo nosotros podemos ordenar en nuestro recuerdo y aportan los nutrientes para la savia de la nostalgia.
2 comentarios:
Io senza dar risposta
me ne staró nascosta
un po´per celia
e un po´per non morire
al primo incontro...
Es la mejor interpretación en la carrera de Omar Sharif, sin duda alguna.
Siempre que la he visto, me llama mucho la atención el papel que juega la balalaika, pasando de mano en mano, como nexo que da continuidad a la historia, y está presente en las vidas de los protagonistas.
De un modo parecido, también en nuestras vidas tenemos balalaikas que nos ayudan a dar sentido a lo que somos, esos objetos que pueden parecer aparentemente intrascendentes pero que van siempre con nosotros, que nos da miedo extraviar porque sería como perdernos en una biografía; y que sirven de argumento para ordenarnos en el recuerdo de lo que somos o hemos sido. Así nos aferramos a un reloj, a una pluma estilográfica, a un libro determinado, un cuadro, o lo que guardamos celosamente en esa cajita de madera donde escondemos los pequeños indicios que se convertirán mañana en referencias que sólo nosotros podemos ordenar en nuestro recuerdo y aportan los nutrientes para la savia de la nostalgia.
Publicar un comentario