To "antabay" in Pangasinan means to "guide" and by doing so "nurtures and supports" to other. And one cannot guide unless one walks with the other, feels for the others.
Es una de las películas que más grabada tengo.Hace años que no la veo, pero la llegué a ver más de cinco o seis veces.con sólo recordarla, como ahora, me acerca a un montón de sesaciones, que en su día, en el cine, me arrasaron. Creo que fué entonces cuando me enamoré de Juliette." Y cuando sea invierno, ¿dónde viviremos?. Cuando sea invierno viviremos debajo del puente." He vuelto a París dos o tres veces desde que ví esta película, y siempre me he acercado al puente.A buscarlos. De algún viaje me traje fotos, no de ellos, sino de las botellas abandonadas, algunas rotas. Ellos debían de andar por allí cerca. Seguro.
"Los amantes del Pont-Neuf" es un drama visceral con pretensiones de realismo sucio donde dos mendigos alcohólicos se conocen en una situación extrema y huyendo de un amor trágico anterior, una Juliette Binoche andrajosa y tuerta, y un Denis Lavant pies negros que no parecen conocer más vida que esa, en "Los amantes del Pont-Neuf" lo pasional es exacerbado por el egoísmo del amante masculino, que se superpone a la voluntad de hacer feliz a la otra persona, mientras que la amante femenina prefiere optar por la ocultación, bien para no hacer infeliz a la otra persona, bien por una actitud más de juego, menos seria, menos 'amour fou'.
A pesar de los años la capacidad de impacto de la película se sostiene con el paso del tiempo, va ganado enteros, y lo provocador de por sí del argumento y la multitud de detalles lo convierten en un film diferente, sudoroso, subversivo, en vena.
En "Los amantes del Pont-Neuf”, Lo increible (que se pongan a hacer esquí acuático en mitad de la noche, por ejemplo) se hace creíble en medio de otras muchas escenas memorables: el delirium tremens alcohólico-romántico bajo los fuegos de artificio, las carreras de libertad por la playa (con, ojo, la nada gratuita silueta de Lavant empalmado) o incluso esa primera escena con el túnel y el coche a punto de atropellar al protagonista que, sin ninguna duda, inspiró el videoclip de "Rabbit In Your Headlights" de Jonathan Glazer para UNKLE. Pero también es subversivo el crear la apariencia de que todo va por un camino negrísimo y tristísimo y, en los momentos menos esperados, endulzarlo con momentos que son puro vodevil. Además, y por supuesto, creando personajes con sus bellezas y sus miserias con los que se busca que el espectador simpatice sin juicios morales.
Como curiosidad, añadir que la historia del rodaje está llena de numerosas tribulaciones que tuvo que sufrir Carax para finalizar su película y que, de extenderla un poco más, se habría anticipado a la que recientemente se hizo sobre el proyecto de Don Quijote de Terry Gilliam: problemas presupuestarios continuos, productores que se piraron dejándolos tirados y, sobre todo, la épica de, a falta de permisos municipales, cómo se tuvo que reconstruir todo el Pont-Neuf y aledaños en un gigantesco decorado (el más caro de la historia del cine francés) en un pequeño pueblo perdido de la comarca de Lamargue y cómo afectó eso a la vida de la villa. La metáfora de las botellas gigantescas es un guiño al espectador y a esta hermosa historia.
Recuerdo que fue un día casi de verano, creo, a primera hora de la tarde y el cine estaba casi vacío, ¿sala 4 de los Alphaville? por ahí tengo el papel... una tal Juliette Binoche, que ya habíamos visto en La Insoportable Levedad del Ser, también en Herida, y luego vino Azul, y más tarde sería una heroína en El Paciente Inglés... leyendo una sinopsis por los "cine-blogs" de la red de redes me encuentro con este "rodaballo":
"Un relato de amor incandescente entre un chico que echa fuego por la boca y una chica quemada por la vida. Todo discurre sobre el puente más antiguo de París, el Pont-Neuf, un Titanic encallado en el corazón de la ciudad"
París, siempre. Tan real, y tan de mentira. Por descubrir.
También saqué fotos, desde el barrio latino, a uno y otro lado del pont Neuf, siempre nuevo.
Quedaron muchos flashes, fogonazos, muchos recuerdos marcados, imágenes y escenas, como la de Juliette colándose de noche en el Louvre para contemplar el Arte con mayúsculas ante la inminente posibilidad de quedarse ciega...
GRAN PELÍCULA, grandes recuerdos. Qué gran alegría poder compartirlos.
3 comentarios:
Es una de las películas que más grabada tengo.Hace años que no la veo, pero la llegué a ver más de cinco o seis veces.con sólo recordarla, como ahora, me acerca a un montón de sesaciones, que en su día, en el cine, me arrasaron. Creo que fué entonces cuando me enamoré de Juliette." Y cuando sea invierno, ¿dónde viviremos?. Cuando sea invierno viviremos debajo del puente."
He vuelto a París dos o tres veces desde que ví esta película, y siempre me he acercado al puente.A buscarlos. De algún viaje me traje fotos, no de ellos, sino de las botellas abandonadas, algunas rotas. Ellos debían de andar por allí cerca. Seguro.
"Los amantes del Pont-Neuf" es un drama visceral con pretensiones de realismo sucio donde dos mendigos alcohólicos se conocen en una situación extrema y huyendo de un amor trágico anterior, una Juliette Binoche andrajosa y tuerta, y un Denis Lavant pies negros que no parecen conocer más vida que esa, en "Los amantes del Pont-Neuf" lo pasional es exacerbado por el egoísmo del amante masculino, que se superpone a la voluntad de hacer feliz a la otra persona, mientras que la amante femenina prefiere optar por la ocultación, bien para no hacer infeliz a la otra persona, bien por una actitud más de juego, menos seria, menos 'amour fou'.
A pesar de los años la capacidad de impacto de la película se sostiene con el paso del tiempo, va ganado enteros, y lo provocador de por sí del argumento y la multitud de detalles lo convierten en un film diferente, sudoroso, subversivo, en vena.
En "Los amantes del Pont-Neuf”, Lo increible (que se pongan a hacer esquí acuático en mitad de la noche, por ejemplo) se hace creíble en medio de otras muchas escenas memorables: el delirium tremens alcohólico-romántico bajo los fuegos de artificio, las carreras de libertad por la playa (con, ojo, la nada gratuita silueta de Lavant empalmado) o incluso esa primera escena con el túnel y el coche a punto de atropellar al protagonista que, sin ninguna duda, inspiró el videoclip de "Rabbit In Your Headlights" de Jonathan Glazer para UNKLE. Pero también es subversivo el crear la apariencia de que todo va por un camino negrísimo y tristísimo y, en los momentos menos esperados, endulzarlo con momentos que son puro vodevil. Además, y por supuesto, creando personajes con sus bellezas y sus miserias con los que se busca que el espectador simpatice sin juicios morales.
Como curiosidad, añadir que la historia del rodaje está llena de numerosas tribulaciones que tuvo que sufrir Carax para finalizar su película y que, de extenderla un poco más, se habría anticipado a la que recientemente se hizo sobre el proyecto de Don Quijote de Terry Gilliam: problemas presupuestarios continuos, productores que se piraron dejándolos tirados y, sobre todo, la épica de, a falta de permisos municipales, cómo se tuvo que reconstruir todo el Pont-Neuf y aledaños en un gigantesco decorado (el más caro de la historia del cine francés) en un pequeño pueblo perdido de la comarca de Lamargue y cómo afectó eso a la vida de la villa.
La metáfora de las botellas gigantescas es un guiño al espectador y a esta hermosa historia.
Recuerdo que fue un día casi de verano, creo, a primera hora de la tarde y el cine estaba casi vacío, ¿sala 4 de los Alphaville? por ahí tengo el papel... una tal Juliette Binoche, que ya habíamos visto en La Insoportable Levedad del Ser, también en Herida, y luego vino Azul, y más tarde sería una heroína en El Paciente Inglés... leyendo una sinopsis por los "cine-blogs" de la red de redes me encuentro con este "rodaballo":
"Un relato de amor incandescente entre un chico que echa fuego por la boca y una chica quemada por la vida. Todo discurre sobre el puente más antiguo de París, el Pont-Neuf, un Titanic encallado en el corazón de la ciudad"
París, siempre.
Tan real, y tan de mentira.
Por descubrir.
También saqué fotos, desde el barrio latino, a uno y otro lado del pont Neuf, siempre nuevo.
Quedaron muchos flashes, fogonazos, muchos recuerdos marcados, imágenes y escenas, como la de Juliette colándose de noche en el Louvre para contemplar el Arte con mayúsculas ante la inminente posibilidad de quedarse ciega...
GRAN PELÍCULA, grandes recuerdos.
Qué gran alegría poder compartirlos.
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